
Salimos en cuenta gotas. Los rebrotes, las distancias de seguridad, la mascarilla, el miedo o la prudencia han modificado sin duda nuestras ganas de asomarnos al exterior.
El lunes suele ser el día en que añoramos el fin de semana, el martes lo planificamos, el miércoles hacemos reservas y el jueves soñamos con que llegue el viernes por la tarde. Pues bien, esta rutina tan agradable que convierte las semanas en preludios de experiencias maravillosas, hace unos quince días, se reveló en una locura de planes que no acababan de cuajar.
Hoteles llenos o cerrados o excesivamente lejos o incluso demasiado cerca, los inconvenientes de decidir con tan poco tiempo la escapada de fin de semana nos estaba provocando las ganas de quedarnos en casa tirados en el sofá y viendo la tele.
¿Y por qué no?
Pues porqué una amiga nos recomendó un lugar dónde por suerte quedaba una habitación (gracias eternas a los propietarios del hotel por revisar las listas de reservas y hacernos un hueco). A una distancia más que aceptable de casa, en el precioso y medieval pueblo de Altafulla, en la Costa Dorada, cerquísima de Tarragona atravesado por la mítica N-340, este municipio costero nos ofrece un paraje ideal para disfrutar de vacaciones o escapadas.

Hotel Gran Claustre nos abrió sus puertas con una amabilidad y cercanía dignos de la exquisitez que ofrece. El edificio, un antiguo convento reformado del siglo XVIII le confiere el calificativo de monumento, ya que es además patrimonio cultural. La reforma, muy moderna e integrada, respeta las formas y el carácter de la piedra de sus muros y sorprende con una piscina en el claustro, un spa escondido en un semisótano, con una quietud y silencio relajantes en extremo. Si además contratas un tratamiento de belleza o masajes, te transportas al siglo que sea, pero como marquesa o reina.
Forma parte del grupo Domus Selecta, un grupo de hoteles boutique, hoteles en los que los detalles marcan la diferencia. Y así es, con toda la exactitud de las palabras.

Nos quedamos con ganas de probar el jacuzzi privado con vistas, para la próxima seguro y pediremos un buen cava, si es uno de los Nuria Claverol de Bodegas Sumarroca mejor, si no puede ser, al menos que las fresas que lo acompañen sean de bio y de proximidad. Porqué otro de los atributos de excelencia del Hotel Gran Claustre, es el restaurante Bruixes de Burriac by Jaume Drudis, uno de los mejores restaurantes gastronómicos de la zona, con un cuidado extremo en la calidad de los productos y que esta vez no pudo ser, pero será y hablaremos de ello.

Hemos estado dos noches en una de las 39 habitaciones de este precioso lugar, un remanso de paz y buen gusto dónde se presta la relajación, la lectura y la meditación. Hemos vuelto renovados, a por otra semana de trabajo y rutina. Sin lugar a dudas, un lugar Requetecomo
¡Que gran hallazgo!
Hotel Gran Claustre, Carrer del Cup, 2, Altafulla, Tarragona. Tél. +34977651557 . Mapa