
Visitar Donosti siempre es un placer, su parte vieja siempre ofrece el deleite de los viciosos al salir de pintxos. En un sinfin de callejuelas se amontonan tabernas y bares bajo la solemnidad del casco viejo, la plaza de la Constitución (Konstituzio Plaza) otrora plaza de toros, la basílica de Nuestra Señora del Coro o el museo de San Telmo de la historia y cultura de Euskadi.

Ahí mismo, al pie del monte Urgull en uno de los extremos de la bahía de la Cocha, frente al puerto, en el antiguo barrio de la Jarana, está el Lasala Plaza Hotel. Y en su hall, moderno, acogedor y con clase, LA JARANA TABERNA.

Imponen las estrellas y la elegancia, pero aunque el trato es exquisito no resultan para nada pedantes. Hay que dejarse aconsejar por el experto equipo del prestigioso chef Ander González, que tanto en sala como en cocina, pilotan un proyecto que apuesta por la calidad y la tradición.
Sin filtros
Así definiríamos los pintxos. Sabores puros, texturas auténticas, puntos de cocción simplemente perfectos.
La tortilla de patatas, si la pides… que sean dos, porque no vas a querer compartirla y eso que la ración es generosa… pero el comensal a veces no lo es.
Las albóndigas de chuleta y foie merecen una mención especial, pues para carnívoros declarados resultan una delicia, su carne rosada en el centro proporciona una suavidad al bocado francamente perfecta. Tuvimos que pedir dos cazuelitas con la excusa de escribir y describir con conocimiento de causa este manjar.

El imprescindible del lugar: las Gildas. El pintxo sencillo y tradicional con guindilla, sabroso, ácido y picante en su justa mesura.
Todo está muy muy bueno. A veces las palabras se quedan cortas para describir sabores y nos hacen falta las expresiones onomatopéyicas que acompañan al masticar o tragar. Habrá que hacerse una idea, lo único que podemos añadir desde Requetecomo es que repetiremos y lo haremos con aquellos con los que compartimos esa buena mesa, porque una buena compañía convierte una simple comida en un momento inolvidable y lleno de sentimientos y energía.

El postre: caminar, deambular y perderse por una ciudad de azules oscuros como es San Sebastián y encontrar el LOCO POLO. Helados o paletas cremosos, de sabores extremos como el cheese cake (relleno de mermelada) o el de Oreo, suave limón o dulcísimo coco. Te los cubren de chocolate negro, con leche o blanco, entero o solo la mitad y luego le pones toppings.
Ahora nos queda intentar no mancharnos mucho, lamer y relamer y rezar para que no nos llueva.
La Jarana Taberna. Mari Kalea, 3, Donostia -San Sebastián. Tel.+34 943 547 001. Mapa